¿Cuál es la evidencia detrás de la nueva variante ómicron?

+Gonzalo Alvear+

Presentamos un resumen de la real evidencia existente hasta la fecha en cuanto a la transmisibilidad, severidad, escape inmune y efecto de las vacunas de la variante ómicron del virus SARS-CoV-2.

Lancet 2021;398:2126-2128

El 25 de noviembre del 2021, se reportó una nueva variante de preocupación (VP) del virus SARS-CoV-2. Las VP que han aparecido previamente lo hicieron en un mundo donde la inmunidad natural inducida por la COVID-19 era común. Pero esta quinta VP, ha aparecido en un mundo en el que la inmunidad inducida por las vacunas es cada vez mayor. 

La aparición de las VP alfa, beta y delta se asociaron con nuevas olas de la pandemia. Por ejemplo, la mayor transmisibilidad de la VP delta se asoció, entre otros, a mayor carga viral, mayor duración de la etapa infecciosa y mayores tasas de reinfecciones, debido a su capacidad para escapar a la inmunidad natural, lo que produjo que la VP delta llegara a transformarse rápidamente en la variante dominante a nivel mundial. Las preocupaciones sobre la menor eficacia de las vacunas frente a estas nuevas variantes han desengañado al mundo de la noción que la vacunación global es, por sí misma, adecuada para el control de la infección por el SARS-CoV-2. 

El primer caso de la nueva VP ómicron se reportó en Botsuana el 11 de noviembre del 2021, y pocos días después, se secuenció otro caso en Hong Kong, en un sujeto que viajó desde Sudáfrica. La nueva variante se asoció con una falla del gen S debido a la deleción 69-70del, algo similar a lo observado con la variante alfa. El primer caso conocido con ómicron en Sudáfrica fue un paciente diagnosticado con COVID-19 el 9 de noviembre del 2021, aunque es probable que hubiesen otros casos no identificados en varios países del mundo antes de este. Los casos de COVID-19 han aumentado rápidamente en la provincia de Gauteng, Sudáfrica, doblando en tiempo a las tres olas previas de la pandemia (Figura)

Las principales preocupaciones sobre la VP ómicron incluyen si es más infecciosa o severa que las otras VP y si puede escapar a la protección de la vacuna. Aunque no hay disponibles aún datos epidemiológicos ni clínicos para informar de evidencia definitiva, se puede extrapolar de lo que sabemos de las mutaciones del ómicron para proveer de indicaciones preliminares sobre la transmisibilidad, severidad y escape inmune. La VP ómicron tiene algunas deleciones y más de 30 mutaciones, varias de las cuales están presentes en las variantes alfa, beta, gama o delta. Estas deleciones y mutaciones, se sabe, que llevan a mayor transmisibilidad, mayor afinidad en la unión con el huésped y mayor escape inmune. Algunas de las otras mutaciones de ómicron con efectos conocidos le confieren mayor transmisibilidad y afectan la afinidad de la unión al huésped. Importantemente, los efectos de la mayoría de mutaciones no se conocen, lo que implica un alto grado de incertidumbre sobre cómo la combinación de todas estas deleciones y mutaciones afectarán el comportamiento del virus y la susceptibilidad a la inmunidad natural o a las mediada por las vacunas.

El impacto de ómicron sobre la transmisibilidad es una preocupación. Si las mutaciones de ómicron con efectos conocidos siguen manteniendo estos efectos, se espera que sea altamente transmisible. La evidencia epidemiológica inicial sugiere que los casos están aumentando en Sudáfrica. Aunque ómicron sea probablemente altamente transmisible, no está claro aún si esta alta transmisibilidad sea mayor que la de la VP delta, aunque datos preliminares sugieren que se esta propagando rápidamente en un escenario en el que domina la transmisión de la VP delta y en el que la población tiene mayores niveles de inmunidad natural contra la VP delta. Si esta tendencia continúa, se anticipa que la variante ómicron desplazará a la delta como la variante dominante en Sudáfrica. 

Se está a la espera de saber más sobre el impacto de la VP ómicron en la presentación clínica. Los datos anecdóticos existentes hasta ahora en Sudáfrica sugieren que los pacientes con ómicron son más jóvenes y con presentación clínica similar a las variantes anteriores. No se han reportado casos de alarma. 

El escape inmune es otra preocupación con la VP ómicron. Actualmente no hay datos sobre la efectividad de las vacunas ni estudios de anticuerpos neutralizantes. Datos de los test de PCR positivos en personas con pruebas positivas anteriores sugieren un aumento de casos de reinfección en Sudáfrica. Sin embargo, el mayor uso de los test de antígeno y la captura incompleta de los resultados negativos han complicado la interpretación de las tasas de positividad, las que han aumentado en cerca de cuatro veces en las últimas semanas. 

Aunque no hay datos consistentes en cuanto a si las vacunas mantienen su alta eficacia contra cada una de las cuatro VP previas a ómicron, los estudios clínicos han reportado menor eficacia de algunas vacunas en el contexto de transmisión en el que la VP beta es la dominante. Las vacunas tienen menor eficacia contra las variantes previas. Dado que la VP ómicron tiene mayor número de mutaciones que las variantes previas, el impacto potencial de ómicron sobre la eficacia clínica de las vacunas para las infecciones leves no se sabe. 

A grandes rasgos, la mayoría de las vacunas siguen siendo efectivas en la prevención de la COVID-19 severa, hospitalizaciones y muerte frente a todas las VP previas, ya que su eficacia probablemente depende más de las respuestas inmunes dependientes de las células T que de los anticuerpos. Estudios observacionales han reportado una efectividad de las vacunas de más del 90% en la prevención de las hospitalizaciones durante la transmisión de la variante delta, incluso más de 6 meses post vacunación. 

No hay razones para pensar que los actuales protocolos de tratamiento contra la COVID-19 no serán efectivos contra la VP ómicron, con la posible excepción de los anticuerpos monoclonales, para los cuales no hay datos de susceptibilidad para la VP ómicron. Las medidas de prevención de salud pública que han sido efectivas contra las variantes previas deberían seguir siendo efectivas contra la nueva VP ómicron. 

Extrapolaciones basadas en las mutaciones con efectos conocidos y observaciones preliminares, lo que debe interpretarse con precaución, indican que la VP ómicron podría propagarse más rápido y podría escapar más fácilmente a los anticuerpos que las variantes previas, lo que podría aumentar los casos de reinfecciones y los casos de infecciones leves en las personas vacunadas. En base a los datos de las VP previas, las personas vacunadas probablemente tendrán mucho menor riesgo de enfermedad severa causada por la VP ómicron.

Un comentario en «¿Cuál es la evidencia detrás de la nueva variante ómicron?»

  1. Podría ser,sería,eludiría y otros verbos condicionales hablan de las incertezas de lo que sabemos del omicromismo. Como todo o casi todo en esta infección por SARS-CoV-2.
    Una luz de esperanza se abre con Paxlovid (PF-07321332+ritonavir) primera píldora antiviral para combatir la Covid-19. Está autorizado para el tratamiento de síntomas entre leves y moderados en adultos y pacientes pediátricos ( de 12 anos y más con un peso mínimo de 40 kilos).
    La FDA dice que Paxlovid es para pacientes que han dado positivo en la prueba Covid-19 y están » en alto riesgo de progresión a enfermedad grave, hospitalización o la muerte». No es un sustituto de las vacunas anti Covid-19.
    El uso de Paxlovid en pacientes VIH-1 no controlados o no diagnosticados puede conducir a una resistencia del VIH-1 a los medicamentos, según la FDA.
    Paxlovid redujo significativamente el número de hospitalizaciones o muerte por Covid-19 en un 88% comparado con placebo o el antimonoclonal terapéutico para la Covid-19.

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